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¿Cómo tener un pelo sano? Consejos para sanear el pelo

By Prof. Dr. Soner Tatlidede 2022-10-27

cuidado diario del cabello para tener un pelo sano

Tener un pelo sano no es fácil, requiere de paciencia, constancia, y de unos cuidados para sanear el pelo que se conviertan en hábitos y parte de nuestra rutina diaria. Pero si nos lo proponemos, podemos lograr tener un pelo sano y fuerte, que luzca hidratado, y que mantenga su brillo y su elasticidad. Por supuesto, el uso de productos inadecuados para el pelo, el estrés, la falta de tiempo, o hábitos poco saludables para nuestro cabello pueden hacer que éste sufra y se deteriore. Sin embargo, quizás no es tarde para salvar tu pelo.

No es cuestión de que estos cuidados vayan a evitar, si sufrimos de alopecia, que tengamos que pasar por una clínica de injerto capilar; sino de actuar con prevención, haciendo todo lo posible para evitar llegar a esa situación. Y si sigues los sencillos consejos y trucos que te contamos a continuación sobre cómo tener un pelo sano, lucirás un pelo saludable y tendrás muchas menos posibilidades de perder tu cabello.

Cómo lavar tu pelo para que esté sano

No abuses de los lavados:

Tan malo es no lavar el pelo como abusar de los lavados. La frecuencia depende del tipo de pelo y de nuestra actividad, pero por lo general sólo es necesario lavar el pelo todos los días si tenemos un cabello especialmente graso; si no, una vez cada 2-3 días es suficiente. Evita el agua muy caliente, que daña el cuero cabelludo y los folículos, así como aplicar calor directo.

Usa una mascarilla para el pelo:

Una buena elección de productos para el cuidado del cabello puede ser nuestro mejor aliado para cuidar el pelo. Productos como las mascarillas son fundamentales para tener un cabello sano y bonito. Mantén la mascarilla un mínimo de 15 minutos, y no abuses con la cantidad para que el pelo no se engrase. No la apliques cuando el cabello está mojado, para que así penetre mejor y sea más efectiva.

No uses demasiado champú:

Tan mala es la práctica de algunas personas de no lavarse el pelo nunca con champú, como utilizar un champú inadecuado para el cabello o usar cantidad excesiva al lavarlo, lo que puede provocar alteraciones en el PH del cuero cabelludo o incluso dañar los folículos. Una cantidad equivalente a una cuchara sopera debería bastar.

Elige un buen champú y acondicionador:

Olvídate de los geles de baño y el jabón, por muy natural que sea: un buen champú nutritivo y un acondicionador/mascarilla son pilares básicos del cuidado diario de nuestro pelo. De hecho, es mucho mejor usar un champú con acondicionador, porque se combinan ambos productos en uno. Elige un champú que respete el PH del cuero cabelludo, con ingredientes naturales, y que no contenga ni sulfatos, ni siliconas ni parabenos.

Aclara bien el pelo:

Sea como sea nuestro tipo de cabello, es importante durante el lavado aclarar bien los restos de champú que puedan quedar en el cabello, para evitar que produzcan irritaciones en el cuero cabelludo u otros problemas. Un buen aclarado es especialmente necesario tras aplicarnos acondicionador o una mascarilla nutritiva, cuyos restos pueden fomentar la producción de sebo.

No utilices agua muy caliente:

Puede que no te guste la idea, pero lo cierto es que lavarse el pelo o la piel con agua muy caliente es muy perjudicial, ya que favorece la sequedad y la irritación del cuero cabelludo, la producción de sebo, y daña los folículos. Cuanto más fría sea el agua más se favorece la circulación sanguínea, y se evitan daños al pelo; si no, usa al menos agua tibia. Además, si quieres saber cómo obtener brillo en el cabello, aclararlo con agua fría es un método natural y fácil.

Lávate el pelo con suavidad:

Solemos pensar que cuanto más fuerte frotemos más limpios estaremos, y esto no siempre es así, especialmente al hablar de nuestro cuero cabelludo. Frotar en exceso activa las glándulas sebáceas y produce justo lo contrario: un pelo graso. Es recomendable hacer un masaje suave al lavarse el pelo para que el champú penetre bien, y estimular la circulación sanguínea: pero hazlo suave, sin frotar, usando las yemas de los dedos y no las uñas.

Masajea tu cuero cabelludo:

Para lucir un pelo sano, un suave masaje en el cuero cabelludo durante el lavado es algo básico que favorece la irrigación sanguínea y la oxigenación. Pero recuerda, masajea... no frotes: al frotar podemos dañar el cuero cabelludo y la raíz del cabello, y favorecemos el pelo graso.

Usa aceites para el pelo:

Seguro que piensas que usar aceite capilar equivale a tener un pelo graso: ¿y si te dijéramos que es justo lo contrario? Los aceites para el pelo regulan la producción de sebo en el cuero cabelludo; usar aceite de oliva, de coco o de almendra antes de lavarte el pelo no sólo hará que tengas un pelo menos graso, sino que además lo hidratará y le dará brillo.

Cómo cuidar y sanear tu cabello a diario

La humedad y el pelo no se llevan bien:

Puede que no lo sepas, pero la humedad es uno de los principales enemigos del cabello. ¿Significa eso que debes secarlo cuanto antes? Tampoco, basta con quitarle la mayor humedad posible. Evita recurrir al secador, para no deshidratar el cabello. Al secarte con la toalla es importante no frotar, para evitar daños al cabello; en lugar de eso, presiona el cabello para que la toalla absorba la humedad.

Péinate... pero con mimo:

Uno de los consejos básicos sobre cómo tener el pelo largo y sano, es peinarlo o cepillarlo con suavidad, especialmente cuando está mojado, ya que el pelo es más frágil. Lo recomendable es utilizar un peine o un cepillo de cerdas anchas y puntas romas, empleando movimientos suaves y sin tirones. Un buen peinado o cepillado además estimula la irrigación sanguínea en el cuero cabelludo, haciéndolo más fuerte y sano.

Evita las planchas y el secador:

Esto es especialmente importante para el cuidado capilar en las mujeres: no pasa nada si usas la plancha o el secador de forma puntual en alguna ocasión; pero utilizar con frecuencia herramientas de calor para el pelo causa daños graves al cabello, resecándolo, volviéndolo quebradizo, y pudiendo acelerar su caída. Nosotros te desaconsejamos el uso de la plancha, y si usas un secador, utilízalo lo menos posible; emplea un secador iónico, ajústalo al mínimo y mantenlo al menos a 25 cm del pelo.

Ojo con abusar de productos agresivos:

Muchas veces por lucir un look bonito o a la última moda, maltratamos el pelo con todo tipo de productos químicos que a la larga pasan factura. Debemos evitar usar productos agresivos, incluyendo tintes, geles o lacas, que contienen ingredientes como las siliconas. Si lo que queremos es cubrir las canas, mejor apostar por tintes sin amoniaco ni níquel y que tengan ingredientes naturales.

Protege el cabello del sol:

Un factor bastante perjudicial para la salud del cabello es la exposición a los rayos UV del sol, que lo vuelven frágil y aceleran su caída; por eso, nunca está de más usar una gorra o un sombrero si vamos a exponer nuestro pelo mucho tiempo al sol.

Evita el estrés:

Sí, sabemos que no siempre es sencillo evitarlo, pero es sabido que el estrés prolongado no hace ningún beneficio a nuestro cuerpo, y mucho menos a nuestro pelo, ya que puede causar su caída. Si no podemos evitar siempre las situaciones de estrés, al menos intentemos afrontarlas de forma distinta, quizás buscando ayuda de un psicólogo o recurriendo a terapias de relajación.

Hidrátate:

¿Verdad que beber agua parece algo de lo más sencillo? ¡Pues se nos olvida a menudo! Muchas veces consumimos demasiadas bebidas artificiales -normalmente carbonatadas y con demasiado azúcar- que sólo aumentan nuestra sed, y nos olvidamos de que mantenernos bien hidratados con un simple vaso de agua es la solución para muchos problemas de salud, incluyendo los problemas capilares, evitando que el pelo esté seco y débil.

Consume alimentos ricos en biotina:

La biotina (también llamada vitamina B7) es una vitamina que resulta vital para el crecimiento del pelo y las uñas, y que contribuye a fortalecer el cabello evitando su caída. Si detectamos una carencia de esta vitamina, podemos tomarla en forma de suplementos o, simplemente, consumir alimentos ricos en esta vitamina, como los huevos, el hígado de vaca, el pescado azul, las espinacas, el brócoli, los cereales integrales, las setas, las nueces, o la levadura de cerveza.

Dieta sana, pelo sano:

Se suele decir que somos lo que comemos, y es cierto; también lo es que el pelo es un reflejo de la salud de nuestro cuerpo, y de hecho suele ser el primero en manifestar los síntomas de cualquier problema de salud, o de una deficiencia en nuestra alimentación. Por eso, para cuidar nuestro pelo es muy, muy importante seguir una dieta equilibrada y sana que nos aporte proteínas, vitaminas y minerales como el hierro, esenciales para nuestro cabello.

No te olvides de cuidar tu cuero cabelludo:

El cuero cabelludo es, a menudo, el gran olvidado cuando nos planteamos cuidar nuestro cabello, y debería ser nuestra prioridad: no olvidemos que en él se asientan los folículos, y es el que nutre y da vida a nuestro pelo. Es importante mantenerlo limpio, saneado e hidratado. Apostar por tratamientos y productos destinados al cuero cabelludo, es una apuesta segura por la salud futura de tu cabello.

¿Qué hago si empiezo a perder pelo?

Te hemos explicado cómo tener un pelo sano y cómo sanear el pelo; pero para prevenir los problemas en el cabello, es importante tomar medidas ante los primeros síntomas, incluso cuando éstos no son visibles. ¿Y cómo saber si tu pelo está sano? Pues consultando a los mejores expertos en tratamiento capilar, como los que encuentras en Clinicana, donde nuestros clientes satisfechos son nuestro mejor aval: lee las opiniones sobre injerto capilar en Turquía, y pide ya una consulta gratuita, sin compromisos. ¡Podemos ayudarte!

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